Borgo Pace es el municipio más en el interior del Valle del Metauro, su amplio territorio se extiende hasta las fronteras con Umbría, Toscana y Emilia Romagna, en el corazón de los Apeninos.
Siempre ha sido una zona de comercio, de espiritualidad, de pueblos y castillos. El origen de Borgo Pace se debe precisamente a uno de los numerosos castillos rurales que había en estas laderas. A finales de la Edad Media los habitantes de Castel Bavia (Castrum Abbatiae), un pequeño castillo sobre el actual centro de la ciudad, del que solo quedan unos pocos restos, decidieron abandonar la seguridad del castillo para bajar hacia el valle donde se encuentran los dos arroyos y establecer allí un nuevo poblado que tomó el nombre de Burgus Pacis.
Según cuenta la tradición el nombre Borgo Pace viene del hecho que tuvo lugar en esta llanura, donde los ríos Meta y Auro se unen para formar el Metauro, el encuentro entre los líderes romanos Cesare Ottaviano, Marco Antonio y Emilio Lepido que sancionaron el inicio de un período de paz y el origen del histórico Segundo Triunvirato romano.
Después de su fundación, la ciudad creció hasta convertirse en un importante centro de la Massa Trabaria, tanto que en la primera mitad del siglo XIX obtuvo el título de municipio y la jurisdicción sobre las aldeas de Lamoli, Parchiule, Sompiano, Palazzo Mucci, Castel de Fabbri y Dese, que todavía son partes activas e importantes del territorio en la actualidad. Durante el paso del frente en la Segunda Guerra Mundial, el centro histórico de Borgo Pace fue destruido en gran parte por los alemanes en retirada, un acontecimiento que influyó profundamente en el aspecto de la ciudad, pero no en la autenticidad de los habitantes y las tradiciones que llevan adelante.
Hoy Borgo Pace es un pueblo de 550 habitantes, con un territorio muy extenso que incluye todo el lado del Apenino hasta el puerto de Bocca Trabaria, que es un lugar ideal para entrar en contacto con la naturaleza, cultura y espiritualidad del Alto Valle del Metauro. Sus estructuras turísticas, excelencias gastronómicas y enológicas, infraestructuras deportivas y una red de senderos bien indicados y pequeñas aldeas esparcidas lo convierten en un centro ideal para sumergirse en los Apeninos centrales.