Los paseos por los bosques de Borgo Pace se embellecen con la presencia de una gran variedad de setas, hermosas a la vista y, en muchos casos, buenas para comer.
Porcini, gallos, carpes (nombre común de Hydnum repandum), óvulos y muchos otros, crecen en varias épocas del año, dependiendo de la especie. En otoño, sin embargo, aumenta la producción de setas y, sobre todo, llega la época de la seta más cotizada: la trufa.
El alto Valle del Metauro, con sus suelos arenosos margosos y las condiciones ambientales adecuadas, es uno de los pocos lugares en el mundo donde crece el Tuber magnatum pico, la preciada trufa blanca. Entre septiembre y diciembre, este precioso y extraño hongo subterráneo es constantemente buscado por decenas y decenas de perros truferos, seguidos de cerca por los “cazadores” de trufas.
Sin los permisos correspondientes, la recolección de hongos está prohibida, por lo que es recomendable contactar a guías de la naturaleza con licencia para organizar un paseo seguro y descubrir estos deliciosos productos de la tierra